Saturday, October 16, 2010

Uno de los trozos favoritos de Diario de una maestra

Diario de una maestra
por Dolores Medio
Ediciones Orbis, 1984
(Pág. 87)


   Irene Gal no se pregunta qué es lo que ocurre.
   Irene Gal va y viene por la ciudad, mirando todas las
cosas con ojos indiferentes, con mirada ausente. Parece
como si lo que sucede no sucediese en torno suyo, en un
mundo real, con hombres vivos, con dolores vivos, sino
en un tablado de marionetas y ella contemplara el espec-
táculo desde afuera.
  Al principio, pareció interesarse por los sucesos. Ocu-
rría algo extraño, indudablemente. Algo que nadie sabía
determinar. Se hablaba de un Alzamiento militar. ¿Otro 
levantamiento?¿Algo parecido a los sucesos revolucio-
narios de 34?... Todos -hasta ella misma, en medio de
su ingenuidad, de su ignorancia política- lo esperaban.
Al fin se abría la válvula de escape necesaria para ali-
viar la presión alta a que estaba sometida España. Tenía
que suceder y sucedió. Irene aceptó el hecho.
   Lo aceptó sin ahondar mucho en las cosas, obsesiona-
da por otra idea. Cuando las cosas se complicaron y al-
guien lanzó la palabra guerra, "estamos en guerra", Ire-
ne se asombró sinceramente:
  (-En guerra... Esto sí que es bueno... Estamos en
guerra...)


Me da la impresión de que lo que le sucede a Irene es también lo que sucede en muchos de los personajes y relatores de los libros que leímos. El desconcierto, la incertidumbre, (en algunos casos la ingenuidad, como la madre de Carlos en La gangrena, por ejemplo) que vivía la gente en España en este tiempo, era una actitud común a muchos de ellos. Sabían que algo se estaba desatando, pero da la impresión que no sabían la magnitud de los acontecimientos que sucederían. El desconcierto que produce un golpe de estado o una sublevación militar es algo que no se lo deseo a nadie. Digo esto por experiencia propia.
Por otro lado, me gusta el contraste que la autora hace entre Irene y lo que la rodeaba. Como que ella estaba tan inmersa en su vida y sus objectivos que ni el infierno de una guerra la afectaba.

2 comments:

  1. Me gusta este trozo, Fabiano :) Me gusta la parte que se dice: “Al fin se abría la válvula de escape necesaria para aliviar la presión alta a que estaba sometida España. Tenía
    que suceder y sucedió. Irene aceptó el hecho”. Es una imagen fuerte.

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  2. Gracias Fabiano. Como siempre Ud. elaboró mucho acerca de todo y estoy agradecida por sus comentarios.

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